martes, 30 de diciembre de 2008

Mañana


Como rutina de autobús.
Voy repitiendo el mismo recorrido.
Voy recorriendo el último recuerdo.
Han caído los demás.
Los demás se han marchitado.
Recuerdos sin dueño
a merced del viento.
Sonrisas resecas
alfombrando el suelo.
Éxitos y fatigas;
dolores y contratiempos;
viejos amores perdidos.
Todos sueltos.
Todos muertos.
Todos en el mismo olvido.
Pero aún me queda uno.
El más importante.
El nuestro.

Aprendí a respirar en tu boca;
a nacer entre tu pelo;
a llorar sobre tu ropa;
a olvidar bajo tu seno.

Ahora que tengo frío.
Ahora que no te tengo,
mi mano no se resigna
y sigue buscando tu cuerpo.
Lo dibuja en la mañana
y en cada noche sin sueño.
Con la magia de tu nombre
lo reconstruye entero;
con el eco de tus risas
lo convoca en mi silencio;
con el calor de tus besos
lo resucita en invierno.

Así te he seguido amando.
Así te he guardado dentro.
Así te vendrás conmigo.

¡Hola, mi amor!

Ya muero.


2 comentarios:

  1. GELO??
    DE ANGELO..ME EXPLICASTE UNA Y OTRA VEZ..
    NO TE CONOZCO A PENAS, COINCIDIMOS Y YA ESTA...
    PERO AL LEER ESTAS LINEAS...CUANTO SE DE LO MISMO QUE TU...NO PUEDO PARAR DE LLORAR

    ResponderEliminar