Como rutina de autobús.
Voy repitiendo el mismo recorrido.
Voy recorriendo el último recuerdo.
Han caído los demás.
Los demás se han marchitado.
Recuerdos sin dueño
a merced del viento.
Sonrisas resecas
alfombrando el suelo.
Éxitos y fatigas;
dolores y contratiempos;
viejos amores perdidos.
Todos sueltos.
Todos muertos.
Todos en el mismo olvido.
Pero aún me queda uno.
El más importante.
El nuestro.
Aprendí a respirar en tu boca;
a nacer entre tu pelo;
a llorar sobre tu ropa;
a olvidar bajo tu seno.
Ahora que tengo frío.
Ahora que no te tengo,
mi mano no se resigna
y sigue buscando tu cuerpo.
Lo dibuja en la mañana
y en cada noche sin sueño.
Con la magia de tu nombre
lo reconstruye entero;
con el eco de tus risas
lo convoca en mi silencio;
con el calor de tus besos
lo resucita en invierno.
Así te he seguido amando.
Así te he guardado dentro.
Así te vendrás conmigo.
¡Hola, mi amor!
Ya muero.
El más importante.
El nuestro.
Aprendí a respirar en tu boca;
a nacer entre tu pelo;
a llorar sobre tu ropa;
a olvidar bajo tu seno.
Ahora que tengo frío.
Ahora que no te tengo,
mi mano no se resigna
y sigue buscando tu cuerpo.
Lo dibuja en la mañana
y en cada noche sin sueño.
Con la magia de tu nombre
lo reconstruye entero;
con el eco de tus risas
lo convoca en mi silencio;
con el calor de tus besos
lo resucita en invierno.
Así te he seguido amando.
Así te he guardado dentro.
Así te vendrás conmigo.
¡Hola, mi amor!
Ya muero.
AÑO NUEVO, VIDA NUEVA
ResponderEliminarGELO??
ResponderEliminarDE ANGELO..ME EXPLICASTE UNA Y OTRA VEZ..
NO TE CONOZCO A PENAS, COINCIDIMOS Y YA ESTA...
PERO AL LEER ESTAS LINEAS...CUANTO SE DE LO MISMO QUE TU...NO PUEDO PARAR DE LLORAR