La arena es la esencia del tiempo.
Es tiempo en estado sólido.
Cada grano representa
el desgaste de la roca
a manos de agua, sol y viento.
La danza de la marea
y la brisa sobre la orilla
escenifica
en cada embate
la lógica del caos
que creó el universo.
La luz otorga
a las partículas apropiadas
el destello efímero
y lejano
de las estrellas.
Las nubes de espuma
se arremolinan
en su lengua salada.
El mar agita su cabello
sobre la piel de la costa
y regala todo un catálogo
de accidentes geográficos
en miniatura.
Ríos
istmos
lagunas
islas
meandros
y un laberinto de canales
se conforman
y se deshacen
sin que ningún mapa
registre su contorno;
sin que nadie
les otorgue un nombre.
Las conchas de las almejas
son ahora el hogar
donde se entierran
sus congéneres.
Los paseantes ensimismados
trazan carreteras intermitentes
que serpentean solas
o intentan ser paralelas.
La huella del hombre
es aquí inofensiva
y gratamente perecedera.
Mi propia silueta
deposita su oscuridad
en la duna
y mi espíritu reposa
explorando la playa.
Si quereis ver la serie completa: http://picasaweb.google.es/angel.bereje/GEOGRAFADELAARENA
Preciosa secuencia de imágenes. Tienes razón, la arena y el mar pueden borrarlo todo. Como decía Tim Robbins en Cadena Perpétua, el Atlántico no tiene memória.
ResponderEliminarque fotos mas bonitas.
ResponderEliminary me quedo con lo de la huella del hombre inofensiva y perecedera.
Y con la playa y el mar,
que me apasionan y me regalan alguna emocion siempre.
Voy a ver las fotos....
la arena deja huella en mi piel
ResponderEliminarla limpia y calienta
aunque ella siempre me olvida...
yo fiel, vuelvo a ella
PUES SI, EN ESO ESTOY EN DEPOSITAR LA OSCURIDAD DE MI SOMBRA EN UNA DUNA, PERO ES QUE LA HUELLA DEL HOMBRE EN MI PLAYA... TU SABES SI LA VEO HONDA Y FEA
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